Se ha escrito mucho sobre las políticas y actitudes de los países y gobiernos frente al Covid-19. Creo que las acciones tomadas por las autoridades de Seúl y la respuesta de la población coreana demuestran el civismo y educación de esta sociedad.
Este año 2021 repetimos el formato virtual para la misión con Corea. Es sin duda una pena pues las misiones presenciales permiten unos contactos empresariales e institucionales más estrechos y una comprensión más profunda de la realidad logística y portuaria del país visitado. De todas formas, la pandemia nos ha demostrado que las alternativas virtuales on-line son también útiles y productivas. Se ha escrito mucho sobre las políticas y actitudes de los países y gobiernos frente al Covid-19. Creo que las acciones tomadas por las autoridades de Seúl y la respuesta de la población coreana demuestran el civismo y educación de esta sociedad.
Así pues, en esta ocasión nuestro encuentro empresarial será con Corea del Sur. ¿Qué podemos decir de Corea? De entrada, no hay duda de que es una de las potencias económicas mundiales. Un país que en pocas décadas ha pasado de ser una nación en vías de desarrollo a ocupar el décimo lugar mundial en términos de PIB en el 2020. Un PIB que se focaliza básicamente en el sector industrial (38%) y en el de servicios (59%), quedando el sector agrícola en un reducido último lugar con un 2%. Esto nos da una idea de las características del modelo económico coreano muy centrado en la industria básica (acero, astilleros, química, etc.) y también en industrias especializadas y tecnológicamente avanzadas como son las de la automoción, maquinaria, telefonía/electrónica, productos manufacturados, etc. En el sector de automoción Corea ocupa el quinto lugar mundial en volumen de unidades producidas. Es de destacar el peso del sector de los servicios con una gran diversificación, innovación y aporte de valor añadido.
Este potencial industrial y económico se traduce en una fortaleza comercial importante y en una remarcable capacidad exportadora e importadora. Buen reflejo de ello es lo muy desarrollado que se encuentra el sistema portuario y logístico coreano. No en vano el puerto de Busan ocupa regularmente la sexta posición en el ranking mundial de teus movidos con más de 20 millones y con altos grados de eficiencia y modernidad. También las exportaciones de vehículos son muy destacables al igual que los productos siderúrgicos. Si nos fijamos en la propiedad de la flota mundial nos encontramos que Corea del Sur se sitúa dentro del top 10. El séptimo en total de peso muerto de sus buques con un 4% del tonelaje total mundial. Todo ello a pesar de la ruidosa bancarrota de la naviera coreana Hanjin en el 2016 dedicada a la línea regular de contenedores. Es obvio que la flota comercial coreana sigue siendo potente y está muy diversificada en casi todos los sectores del transporte marítimo: tramp (granel), convencional (breakbulk), portacoches (ro-ro), portacontenedores, etc.
Es más, los planes publicados por el Ministerio de Transporte Marítimo hablan de inversiones importantes en el desarrollo de la flota mercante como estrategia para potenciar el comercio y modernizar el sector con buques neutrales en carbono de última tecnología y puertos automatizados.
Todo ello hace que tengamos mucho que compartir y aprender de un país tan dinámico e innovador como Corea. Las áreas de cooperación e intercambio son numerosas y merece la pena explorarlas. En especial el eje comercial entre los puertos de Busan y Barcelona. Es una buena noticia que la Autoridad Portuaria de Barcelona haya concretado un acuerdo para desarrollar un espacio logístico específico para Corea/Busan dentro del área portuaria y enfocado al tráfico marítimo.
Los consignatarios de buques también esperamos aprovechar esta misión para estrechar lazos con nuestros colegas coreanos. Durante este año, desde la asociación hemos promovido varios encuentros telemáticos con entidades homologas extranjeras y ha sido gratificante comprobar que compartimos las mismas inquietudes y retos sobre nuestra profesión. Temas como la digitalización del sector, la formación especializada, el reconocimiento legal de nuestra actividad o la concentración armatorial, forman parte de estos diálogos abiertos.
Esperamos pues que esta misión con Corea sea un éxito y podamos completar la agenda prevista y los objetivos que nos hemos propuesto.